Granada y Masaya: entre colores, isletas y volcanes

Por aquí en Nicaragua existe un Madri"z", un León, una Nueva Segovia, y también una Granada; ese fue el destino de nuestro viaje durante este fin de semana. Ciudad colonial y algo turística, pero sin duda, una de las más bellas de estas tierras.
Nos encantó pasear por sus calles y empaparnos del ambiente colonial que aún se respira. Conocimos a gente muy interesante y nos dimos cuenta que es una ciudad donde la gente joven extranjera apuesta por ella como destino, no sólo de vacaciones sino también para vivir.

Paseando por la "Graná" nicaragüense

Listas para regatear en el mercado

¡¡¡Nos encantó la ciudad!!!

Tan agustito...

Paseo marítimo de Granada con nuestro amigo lugareño de camino a la lancha

Otra de las cosas muy chulas de Granada es su visita en lancha por sus 385 isletas y no nos lo quisimos perder. Nos encantó el viaje, junto a nuestro amigo Roberto, que nos iba explicando a quién pertenecía cada una de las islas y las impresionantes mansiones que se habían construido en cada una de ellas. Pudimos darnos cuenta de la diferencia que existe entre una Nicaragua de extrema pobreza y otra rodeada de lujos y ostentación.

Pauli disfrutando del paseo

Pescadores nicas

Alucinamos con las casas de cada isla

También vimos otro tipo de casas... éstas de los pájaros exóticos

Impresionante el paisaje

Momento relax en una de las islas

Familia nica trabajando en una de las islas

Bares exóticos en medio del recorrido

¡Oh capitán, mi capitán!

En la isla de los monos

De camino a Granada está la localidad volcánica de Masaya, donde pudimos acercarnos a su impresionante volcán, que aún está en activo,  y a su famoso mercado de artesanía.

Tuvimos que "pedir rail" para llegar al volcán... 

mmmmm ... rico granizado de pitaya

Impresionantes vistas del volcán de Masaya

Jajajajaja.... Momentazo de Paula en la estación de autobuses!

Como todo lo que estamos viendo hasta ahora, nos ha encantado el viaje, y terminar bailando bachata a ritmo de frenadas, empujones y venta ambulante en los curiosos autobuses nicas...  ¡¡no tiene precio!!